6. TRABAJO
Parece que se acepta más que en las relaciones gays entre hombres, en general, el trabajo tiene que ser lo primero. Se suele pensar que, con el trabajo de los ocupados hombres ejecutivos, hetero u homosexuales, va de la mano largas noches, fin de semanas o incluso vacaciones de trabajo. También he notado y creo que, a veces, los hombres homosexuales se rinden antes el trabajo o los jefes y dedican más tiempo a ello que lo que lo hacen los maridos o padres heterosexuales, lo que puede ser una forma muy (¡muy!) sutil de homofobia, por la que un hombre no podrá establecer límites con el trabajo, pero sí un padre heterosexual (podrá dejar una reunión temprano para estar en el teatro escolar de su hijo esa noche o para cenar con su mujer por el aniversario). Esto es, una vez más, una generalización, pero después de llevar más de 20 años haciendo terapia a parejas de hombres gays, veo este doble estándar con demasiada frecuencia. A veces aconsejo a estas parejas que, si un hombre heterosexual no se rinde por una solicitud molesta y exigente del jefe, un homosexual tampoco debería hacerlo en las mismas situaciones.
En terapia de pareja, siempre digo que hay que hacer funcionar a la pareja en cuatro niveles:
- Nivel emocional
- Nivel físico (incluyendo la vida sexual)
- Nivel doméstico (ver en el post anterior)
- Nivel de “control de El Otro”
En algunas ocasiones, los hombres gays deben aprender a controlar a quien sea “El Otro” que perjudica su relación: un familiar entrometido, vecinos pesados, guiños para ligar en clubs/bares/eventos, o un jefe que no respeta el tiempo personal de sus empleados/empleadas (sobre todo cuando él respeta el tiempo de empleados heterosexuales, porque, ya sabéis, sus relaciones “valen” más).
7. DIVERSIÓN
Afortunadamente, un beneficio enorme que suelo ver en las relaciones homosexuales entre hombres es que demuestran una mayor juventud, alegría y sentido de la diversión (con amigos y cuando están solos) que las parejas heterosexuales. Algunos ejemplos de esto son: bailar en discotecas, cruceros gays, relaciones sexuales más variadas, asistir a eventos benéficos, experimentar aventuras gastronómicas, celebrar cumpleaños/aniversarios de forma creativa, hacer atletismo, acoger mascotas, hacer reformas en casa, viajar por el mundo o explorar la naturaleza. Esto es muy común en parejas homosexuales acomodadas, pero también en las de clase media o trabajadora, que parece que tienen también las ganas de descubrir nuevas formas de divertirse y pasatiempos creativos. Una razón para esto podría ser el privilegio económico que conllevan dos salarios “de hombres” sin hijos. Sin embargo, también creo que es porque los hombres gays suelen ser más aventureros, creativos, juveniles (incluso de manera inadecuada a su edad) y suelen tener un espíritu eufórico (y cuando ambos lo tienen, lo que pueden soñar juntos es extraordinario).
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